Restaurantes Málaga,... -- Cierra El Pescador, uno de los chiringuitos con más historia de El Palo El negocio fue abierto en 1969 por Paco el pescador, un hombre de la mar que se metió en el mundo de la hostelería tras estar a punto de ahogarse
JUAN SOTO,... -- Málaga, Martes, 29 marzo 2022, 00:33
2 El Pescador, uno de los chiringuitos con más historia de El Palo, ha cerrado sus puertas tras 53 años vinculado a la historia de la ciudad. Abierto en el año 1969 como Paco El Pescador, el establecimiento no volverá a abrir tras las vacaciones de invierno, ya que el actual propietario ha decidido traspasarlo a un nuevo grupo de restauración, que lo reabrirá con otro nombre y filosofía. El negocio fue inaugurado por Paco Recio, el padre del actual propietario, un pescador paleño que decidió meter la cabeza en hostelería tras casi perder la vida en la mar. Paco comenzó el negocio como un merendero de playa, de cañizo y madera, que contaba con una terraza que sólo abría de mayo a octubre. «Quería quitarse del charco porque se vio ahogado tres veces», recuerda ahora su hijo, José.
José Recio se puso al frente del negocio en el año 1993, cuando se produjo el cambio de licencia y dejaron de depender del gobernador civil. En ese momento se quedó solo como El Pescador y comenzó a abrir durante gran parte del año. Pese al cambio de papeles, José llevaba trabajando en el negocio familiar desde mucho tiempo antes. «Yo trabajaba desde chico; con 16 años me salí del colegio y ya me quedé en el negocio», recuerda.
El empresario ha decidido traspasar el negocio, que reabrirá con otro nombre y filosofía El Pescador es uno de los chiringuitos más antiguos que quedan en la zona, ya que data de la época de Antonio Marín, Casa Pedro o El Chanquete (hoy El Tintero). «No voy a decir que sea el más antiguo de los que quedan en la ciudad, pero casi», espeta. Una vez tomada la decisión del cierre, José reconoce que la hostelería es muy sacrificada y que ha echado el cierre porque necesita un descanso. «Yo siempre he dicho que me casé con el negocio porque era lo que nos daba de vivir; en este tiempo me he metido en la cocina, he limpiado platos y me he dedicado al 100 por cien al negocio, y ahora ha llegado el momento de devolverle todo ese tiempo a mi familia», resume.
A sus 57 años, José se marcha con la satisfacción del deber cumplido. Asegura que le ha salido una buena oportunidad que no ha podido dejar pasar, aunque no descarta volver a abrir El Pescador si las cosas no marchan como confía. «Me subí al tren que pasó; los trabajadores lo han entendido y lo mejor de todo es que la nueva empresa va a quedarse con todo el personal», señala agradecido. A la hora de decidir el cierre también ha influido el aumento de los costes de las materias primas y de los suministros básicos. Confiesa que los gastos se han disparado y que al trabajar en un barrio de trabajadores no veía ético subir el precio de los productos. «La gente ya va al límite y no se les puede apretar más».
José, que cerró el negocio hace un par de semanas por vacaciones, no volverá a abrirlo esta temporada. Y eso ha provocado que su teléfono se llene de llamadas de clientes y amigos que no dan crédito al cierre. Tras anunciarlo en redes sociales, las personas que habitualmente acudían el chiringuito aseguran ahora sentirse huérfanos. «Mucha gente no lo termina de creer, pero en algún momento había que parar», dice.
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Ordenar Mano Hace 22 horas ahora se convertirá en una discoteca camuflada con 3 tapas Responder Fran de Vitto Hace 26 horas Pero cada vez hay más parásitos y enchufados en la administración.
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